sábado, 28 de noviembre de 2015

EL MUSEO MUNICIPAL JOSE HERNANDEZ RECIBIO LAS CENIZAS DE ALBERTO MERLO

    
 
 
La ceremonia contó con la asistencia del intendente Gustavo Pulti. Hubo participaciones de Martín Palmigiano, cantor y guitarrista, como así también del músico Juan Tear.


En el Museo Municipal José Hernández, Ruta 226 km 14.5, se realizó la ceremonia en la cual se recibieron las cenizas del músico, intérprete y compositor Alberto Merlo. En la misma estuvieron presentes el intendente Gustavo Pulti, la viuda del músico Coca Fructuoso, sus hijas Mariana y Ana María Merlo, Andrea Basualdo encargada del museo, músicos de diferentes localidades y público en general.
La ceremonia comenzó con unas palabras a cargo de Pulti quien expresó que “el valor de Alberto Merlo era su condición de artista nato, un hombre campero, un hombre criollo pero con el valor agregado de un artista, o sea que traducía sus experiencias y su perspectiva existencial en acontecimientos artísticos que nos transforman a todos, el cual escuchamos y nos cambia la conciencia. Un artista sin claudicaciones dentro de su verdad y de su realidad”.
La jornada continuó con la participación de Martín Palmigiano, cantor y guitarrista, quien interpretó la milonga El lunar de mi tropilla de Alberto Merlo y Omar Menvielle.
En tanto, el músico Juan Tear de la ciudad de Dorrego ejecutó en su guitarra la milonga Estación de vías muertas de Luís Domingo Berho y a continuación el pequeño Nicolás Brigi de tan solo 5 años recito Mensual de Campo, poniendo la nota de color en la jornada.
Asimismo, Cacho Basualdo recitó para todos los presentes Un peón Segundo Molina de Víctor Abel Giménez y Orlando Suárez, entrañable amigo del músico, interpretó Huella de los Malones, logrando la espontánea participación de los asistentes en bailar la misma.
Un emotivo cierre tuvo esta ceremonia cuando Martín Palmigiano de Pergamino ejecutó el Himno Nacional Argentino en su guitarra.
Cabe aclarar que en el lugar donde descansan los restos de Alberto Merlo, se colocó una guitarra realizada en hierro en homenaje a quien fuera uno de los intérpretes fundamentales del canto surero de la música folklórica de Argentina.

Alberto Merlo

Merlo comenzó cantando tangos con sus hermanos hasta que se radicó en Jesús María en Córdoba. Allí formó un trío con el que se fue a Buenos Aires.
En su trayectoria de 50 años de carrera, fue autor de reconocidas piezas del cancionero popular fogonero como La Vuelta de Obligado, una de sus máximas obras, Cuando la tarde agoniza, Noche y camino, Pa` Dolores y Rincón de López, junto a su versión personal del clásico de Atahualpa Yupanqui, Milonga del peón de campo.
En su haber tiene sus recordados discos: Semblanza sureña, De la brasa a un costao, El lunar de mi tropilla, Me gusta cantar y canto, Renovando éxitos, Deja que silben los vientos, La Vuelta de Obligado, Pa` mi la cosa es ansi, Aquí canta un argentino, Al galope por el llano, Galopando sin apuro, Le canto al sur, Paisano y El señor del sur.
Participó además de una serie de álbumes titulados Canto surero, que compartió junto a los recordados Argentino Luna, Suma Paz y Víctor Velázquez y otro Jineteando, con el inolvidable conductor Miguel Franco, responsable del programa radial de los 60, Un alto en la huella. Falleció el 10 de abril del 2012.

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