viernes, 25 de julio de 2014

EVITA, A UN AÑO MAS DE SU PASO A LA INMORTALIDAD




Por Alberto Castagnoli



Se cumplen 62 años del fallacimiento de la Señora Maria Eva Duarte de Peron. Evita como la llamaban con amor gran parte del pueblo y en especial los mas humildes.Ese 26 de julio de 1952 a las 20 horas 25 minutos dejaba de existir.La mala nueva corrió  como un reguero de polvora a lo largo y a lo ancho de la Argentina.Si bien el desenlace se esperaba por la incurable enfermedad que padecia, millones de compatriotas con velas encendidas y en cadenas de oraciones. no obstante esperaban un milagro.
Tenia solo 33 años.Habia acompañado desde sis comienzos la accion politica del Movimiento Nacional Justicialista, creado en 1945 por el entonces coronel Juan Domingo Peron,que instalo la justicia social, independencia economica y soberania politica,pese a la oposicion de los adversarios internos que eran aliados al imperialismo norteamericano.
Su muerte marco un antes y un despues en la historia politica argentina.Si no hubiera dejado de existir quizas los acontecimientos habrian sido distintos. Posiblemente hubiera convencido al General Peron de abortar el golpe de estado del 16 de setiembre de 1955 que termino con el gobierno constitucional,usurpando el poder la autodenominada Revolucion Libertadora.No olvidemos que Eva Peron habia sugerido a su esposo crear milicias obreras y que incluso habia provisto a la Confederacion General del Trabajo de pistolas ametralladoras-lo que Peron se entero despues y ordeno a la CGT que las restituyera-cuando los enemigos del goibierno constitucional ya no ocultaban sus intenciones de derrocarlo.Evita nunca confio en los camaradas de su esposo,pese a que el General le decia que las fuerzas armadas,no obstante algunos grupos minoritarios que el creia posible neutralizar el resto estaba subordinado al poder politico,que emanaba del pueblo y de la Constitucion Nacional.
Pero el tiempo le dio la razon a Evita, luego del levantamiento de 1951 del general Benjamin Menendez que fue sofocado,sin embargo Peron seguia confiando en que las fuerzas armadas iban a seguir siendo leales al orden constitucional.
Muchos otros acontecimientos ocurridos en la Argentina,quizas tambien hubieran sido distintos.
Entrando en el terreno de la conjeturas posiblemente en el año 2013 no hubiera 11 millones de compatriotas que viven en la pobreza. Me resulta inimaginable soportar a Evita y al General Peron esta situacion.Hubieran hecho todos los cambios estructurales para que esto no ocurriera.
Pero esta es la realidad de nuestros dias .
El gobierno peronista de Cristina Kirchner se empeña en realizar la distribucion de la riqueza. Piensan lo mismo otros referentes de los que se llama el peronismo disidente o tambien otras fuerzas politicas,como la centenaria Union Civical Radical.En el fondo todos quieren terminar con esta injusta situacion en la que viven muchos compatriotas.La diferencia esta en la forma de instrumentarlo.Y tambien no hay que desconocer que algunos desean que todo siga igual,porque estan enquistados en los tres poderes del Estado para beneficiar a una minoria de privilegiados,que se quedan con un no menos de un 80 por ciento del producto bruto interno.
La gran mayoria estan de acuerdo en redistribuir la riqueza para terminar con la pobreza.. En los tiempos que vivia Evita el sector que acumulaba la riqueza estaba representado por el sector agropecuario.Esa era la oligarquia de la decada del 50.
Hoy es otra la realidad.Solo existe un 5 % de latifundistas, el restante 95 por ciento , son pequeños y medianos productores..En la actualidad,la oligarquia sigue existiendo,pero hay que ubicarlos en otros sectores.
Peron,volvio a ser presidente luego de 18 años y solo goberno nueve meses hasta su fallacimiento el 1 de julio  de 1974.
Pero con la mistica revolucionaria de la ilustre mujer de la cual hoy se recuerda y si tomamos el legado politico del General Peron se esta a tiempo de desterrar definitivamente la pobreza estructural en la Argentina.
Volviendo a la historia de Evita,cuya obra trascendio nuestras fronteras recordemos que desde muy joven se instalo en la Capital Federal. Emprendió el camino de la actuación hasta que conoció a Juan Domingo Perón. Y entonces fue Evita, la abanderada de los humildes, el alma de la revolución social de aquel tiempo, la mujer que se preocupó por trabajar para que donde hubiera una necesidad, existiera un derecho.Nació con el nombre de María Eva, pero por esos jirones de la vida como ya es sabido el pueblo la bautizó Evita. Fue la abanderada de los humildes, la mujer que rompió con un sin fin de prejuicios de aquel tiempo, la que llevó dignidad a los más necesitados, la que luchó por sus derechos, tal vez por haber conocido de cerca el significado de pertenecer a una clase olvidada por los poderosos.Nació el 7 de mayo de 1929 en la localidad de Los Toldos,provincia de Buenos Aires,repleta de dificultades, con más tristezas que alegrías. Ya la aurora le avisaba que su vida no sería fácil por la ausencia y la pérdida de su padre a muy temprana edad. Con 16 años cargó su valija de ilusiones y llegó a la Ciudad con el único objetivo de dejar atrás esa época de desolación.Con pocos recursos y mucha voluntad ganó la primera pulseada al embarcarse en el mundo de la actuación entrados los años `40. Poco después, un terremoto que afectó a la provincia de San Juan también sacudió sus días y le cambió el rumbo. Aquel seísmo fue el epicentro de una transformación rotunda para todos, para el pueblo, para ella y también para quien por entonces era un coronel entre tantos, Juan Domingo Perón. Se vieron durante una cruzada que se había realizado en el Luna Park para ayudar a las víctimas de aquella tragedia. Un tiempo después se casaron y cuando el General Perón llegó a la Presidencia, en su condición de primera dama Evita continuó su lucha, esta vez para modificar el destino de los mismos necesitados de siempre. Creó la Fundación que llevó su nombre, Eva Perón, y trabajó incansablemente por los pobres y por todos, por la justicia social: creó hospitales, escuelas, hogares de niños, de madres solteras y ancianos; policlínicos, polideportivos y hasta una Ciudad Infantil. Y entonces los pobres –que ya dejaban de ser pobres- sonrieron, mientras los que más tenían se llenaron de odio.Fue Evita, como eligió ser, la de sus “descamisados” a quienes hablaba con entrega, con profundos discursos, casi de igual a igual, en esas plazas colmadas que aportaron imágenes inolvidables y peculiares del momento. En los trenes abarrotados de preeminencia.“Donde hay una necesidad existe un derecho”, decía, y con esa frase resumió el universo de su acción. Porque Evita era eso, actitud, compromiso, abnegación, respuesta. Todos lo supieron, los que se beneficiaron con su política social y los que se vistieron de ignominia, esos mismos que celebraron la enfermedad que apagó su sonrisa a los 33 años.La lucha no fue en vano, Evita nunca murió, porque se quedó en los corazones de los que recibieron su afecto. Ella se lo ganó, por revolución, por su valentía para construir un país distinto, para transformar la desesperanza en optimismo. Aquellos niños, los únicos privilegiados de entonces, los que sonreían llenos de alegría e ilusión hoy la recuerdan. Lo harán sus hijos, lo harán sus nietos.Fue Evita, no Eva, ella quiso serlo, porque por esos jirones de la vida, así la bautizó el pueblo.“Cuando elegí ser `Evita´ sé que elegí el camino de mi pueblo. Nadie sino el pueblo me llama `Evita´. Solamente aprendieron a llamarme así los `descamisados´. Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales, intelectuales, etc., que me visitan suelen llamarme `Señora´; y algunos incluso me dicen públicamente `Excelentísima o Dignísima Señora´ y aun, a veces, `Señora Presidenta´. Ellos no ven en mí más que a Eva Perón. Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como `Evita´. Yo me les presenté así, por otra parte, el día que salí al encuentro de los humildes de mi tierra diciéndoles que prefería ser `Evita´ a ser la esposa del Presidente si ese `Evita´ servía para mitigar algún dolor o enjugar una lágrima”.

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